Fideo "La plata me llega cruda, como el petróleo"

 

Ex líder de los cumbieros/villeros Supermerka2, Sergio Galván es el productor tropical del momento. De Laferrere a Nueva York, exportó su groove autogestionado y abrió la puerta para otros.

Es largo, ¿te la cuento toda?". Sergio Galván (31) relata su historia en la oficina-estudio de Fideo Producciones Independiente (sí, FPI), en el corazón de Laferrere, la tierra de Adrián y Los Dados Negros y Malagata. Músicos, asistentes, colegas, entran y sale. Fideo los presenta. "Acá vivo AM PM. La cumbia y toda la música son un vicio para mí". A los 4 años, en un patio del barrio El Tambo, Fideo le daba al Casio Tone Band, mientras su tío tañía una guitarra: "Los santiagueños son de hacer fiestas por cualquier cosa. En mi casa tocaban chamameceros, siempre había música". A él jamás se le ocurrió hacer otra: adelantando varios capítulos, esta temporada se fue a Estados Unidos con Supermerk2, una de las bandas emblemáticas de cumbia villera. Veinte fechas para nostálgicos sudamericanos en Washington, Texas, Nueva York. Hoy, Fideo es el productor más prolífico de la movida tropical criolla y encara algo que nos encantaría llamar Cumbia Indie. Fideo armó Madisson Union, su propia "oficina" para cortar el pasamanos de intermediarios y guiar a su escudería por la gloria de la noche tropical. Sin pagar peaje: "Antes me llegaba la plata refinada, ahora me llega en crudo, como el petróleo", sentencia.

Busca y creativo, para bancar su casa vendió telas o tortillas: "Si juntaba 25 pesos x día, me guardaba 12 para la sala de ensayo. Con el resto vivía mi familia". Dice que nunca se le ocurrió "mandar cualquiera", aún en los momentos más jodidos. A los 16, los músicos del Grupo Avila lo pasaron a buscar con un Ford Sierra: "Una nave, para esa época. Me preguntaron si sabía La Miradita y fuimos a la cancha de Boca. Era un partido a beneficio: la Reserva de Boca contra La Movida Tropical. Ahí cobré mis primeros $ 50 y después no paré de viajar".

Si con Los Avila se subió a sus primeros aviones, cuando el grupo se separó, se fue a pique. "Fue muy fuerte y caí en la droga". En una gira a Bolivia, pintó la salvación, pero "se suponía que íbamos a cobrar 700 dólares. Llegamos allá y no estaban ni los pasajes de vuelta. Vivimos tres meses comiendo malta y banana. Era caótico". Al regreso, la temperatura social en la Argentina estaba al rojo: "Yo estuve en los saqueos. Nadie nos mandó, había muchos rumores". Los changuitos se vaciaron pronto y quedaron tirados en el patio: "Eso fue cómico y duro. Mi vieja los usaba para ir a buscar agua a unas cuadras". Fideo no se rendía: "Le fui a presentar un demo a Gozalo (manager del Potro Rodrigo). Volvía sentado en el 180... y yo pensaba que había que buscar un nombre. Eran los tiempos de Yerba Brava, Mala Fama, todos los que hacían apología de la droga. En eso, en el vidrio del colectivo se me refleja la palabra MERCA. Me doy vuelta y veo que decía Supermercado".

Fideo convenció a sus músicos, hizo un convenio con los "super" del barrio y el grupo que armó con Alejandro Mamani (el bajista murió en 2002 en una balacera en una fiesta) se presentó en Pasión de Sábado. "Eran todos pibes carenciados y nosotros les dábamos cartones de vino, alfajores Grandote. ¿Cómo no iban a querer que volviéramos? Fue un golpe muy fuerte".

-¿Para vos ése fue el momento más alto?

-En la movida compartimos un sueño: querer ser número 1. Yo lo fui con Los Avila y también con Supermerk2. A los dos años, cuando bajó, vuelvo a pegar con El Empuje. Me bajaba de un bondi y me subía a otro. Y todos me llevaban al éxito.

A Fideo, que tenía 22 años, se le abrieron las puertas de la percepción bailantera. "Supermerk2 facturaba 80 mil pesos por fin de semana y a nosotros nos daban 130 pesos. Ahí nos dimos cuenta del negocio y queríamos nuestro propio grupo. Yo tengo un pensamiento: no hay que ver el árbol, sino el bosque. Ahí nomás armé El Empuje". Rápidamente empezó a construir la estructura de lo que sería FPI: una curaduría y una factoría tropical (ver La fórmula). "Agarramos un grupo, lo desmenuzamos, lo camuflamos y lo sacamos a la calle. Hacemos pósters, tapa del CD, televisión. Buscamos un sonido bien nocturno, que no se vaya de la cumbia y que sea bailable. Bien callejero, bien tumba".

-¿No creés que la cumbia villera sigue teniendo letras flojas, que más que hablar de la realidad, la deforman en un mensaje letal?

-Es que el que va al baile, se quiere descargar. Sacarse la bronca y olvidarse de todo, el lunes se ve. Yo era anti cumbia villera y fanático de La Nueva Luna. Pero un día, estábamos ensayando con un grupo buscando calidad, matices, cosas lindas, con timbales. Cae un tipo a la sala, "quiero contratarlos para un cumpleaños de 15. Les doy 500 pesos". Cagados de hambre, nos pusimos a ensayar. "Alquilamos un sonido de $ 120, quedan 70 pe para cada uno". El tipo vuelve con la hija y nos da una lista de temas: La marca de la gorra, Se te ve la tanga. No queríamos hacerla, y nos ofrece mil pesos. Ahí vi que todos iban para allá y yo para acá. Así que me chanté la visera y empecé a escribir letras más irónicas, actualizadas.

-¿Cómo es que llega Supermerk2 a Estados Unidos?

-Es la quinta gira que hace el grupo. Yo fui recién esta última. Las otras me las perdí, por estar con la productora.

-¿Que público los sigue allá?

-El que se fue de acá en los tiempos de saqueo: muchos argentinos y peruanos. Por eso pega El Super, la gente quedó asociada con eso. "No dejen de venir", nos dicen. Un chabón se subió al escenario y se puso a llorar. Qué loco, pensar que esto nació en un bondi y recién después de 7 años, lo estoy disfrutando.

-¿Y te trajiste ideas nuevas?

-Estoy armando una banda nueva que son todos gordos. El hit es Mové la cocina. Ya los vas a ver en todos lados. El instrumento principal va a ser la tuba. El público siempre quiere que le den cosas nuevas. No hay que perder la comunión con la gente. Ahora vamos a implementar el marketing por blue tooth.

-¿Cómo es eso?

-Ponéle que si llevamos el cd a los difusores, tardamos un mes en que un tema se conozca. Y el que lo está escuchando es el carnicero, tu tía... Gente que no va al baile. El pibe cumbiero va directo o lleva su música en el celular. Allá compré tres aparatos de blue tooth. Entonces en el show digo: "Muchachos prendan el blue tooth", y el archivo da la vuelta a todo el boliche. Pueden ser fotos, temas, lo recibieron 500 personas. Es una infección.

-¡Te pegó muy bien Estados Unidos!

-Imaginate, a la Estatua de la Libertad la había visto en Día de la Independencia: fuimos y filmé un video y todo. Yo soy anti yanqui, no comparto sus ideas, pero ¡hijos de puta!, qué bien viven. No tiran un papel, la Coca Cola es gratis. La luz es 110v y acá 220. Allá estuve 22 días de lujo y cuando volví al barrio, estaban quemado gomas en los piquetes...